Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia…
¡Espera! -lo interrumpió el filósofo, que estaba comiendo un plato persa de arroz con azafrán-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
¿Las tres rejas? -preguntó su discípulo.
Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? Es decir, ¿ es tan cierto como que yo estoy degustando este plato?
No. Lo oí comentar a unos vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien? Por ejemplo este plato que como es bueno para todo el que lo prueba.
No, en realidad no. Al contrario…
¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? ¿Es necesario como lo es para nosotros comer?
-A decir verdad, no.
-Entonces… -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido, y únete a comer este plato de las tres rejas.
Ingredientes: 50grs Mantequilla, 250grs arroz redondo, 4 semillas de cardomomo, 50 grs de azúcar disuelta en dos vasos de agua (nosotros hemos puesto sólo 15gr para reducir la cantidad de azúcar), ½ cucharada de azafrán, 50 grs de piñones tostados, 25 grs de queso, 25 grs de pistachos picados muy finos (decoración)
Elaboración:
