Tenía muchas ganas de subir esta receta que me quedó deliciosa. Los usé para ponerlos como aperitivo, y fueron todo un éxito. Son tan pequeños que caben en la boca de un solo bocado, el sabor intenso del pimiento se contrarresta con el curry y la vinagreta de frambuesa le da un toque muy fresco. Quería aprovechar para dar las gracias a esos incondicionales seguidores que siempre me dejan un comentario, gracias a vosotros sigo escribiendo y dibujando. No tengo muchos medios, ya que no tengo una buena cámara de fotos (a veces, son fotos con el móvil), ni tengo escenarios varios, ni un buen ordenador, ni vajillas inagotables, pero este blog es una ilusión y esa es mi única razón para continuar a pesar de los impedimentos. Gracias de nuevo.
Ingredientes;
Mini-pimientos de colores, 1 pechuga de pollo, 2 rodajas de pechuga de pollo braseada, 1 huevo, 1 ajo, perejil, curry y vinagreta de frambuesa (la mía es de la marca Deluxe del Lidl) pimienta negra, sal y aceite para freír.
Procedimiento;
Lavamos los pimientos, con ayuda de un cuchillo, les cortamos la parte de arriba para poder limpiarles el semillero. Dejamos encima de un trapo secando.
Picamos la pechuga de pollo, con las rodajas de pollo braseado, una cucharadita de curry, 1 ajo y un poco de perejil, pimienta negra y sal.
A esta mezcla obtenida le echamos un huevo y removemos hasta que se quede homogéneo.
Con esta mezcla, rellenamos los pimientos , le empujamos con una cucharilla para que llegue hasta el fondo.
Los freímos con Aceite de oliva, teniendo cuidado de que no se quemen por fuera, solo pretendemos que la carne quede echa, pero no que el pimiento se queme.
Cuando los saquemos, los dejamos en un papel de cocina para que le absorba el aceite. Para emplatar hacemos un fondo con la vinagreta de balsámico y ponemos los pimientos encima. Quedan muy vistosos. Ya me contareis si os ha gustado.
