Pelamos las zanahorias, y las cebollas.
Cortamos las zanahorias en rodajas y las cebollas en tiras, reservamos.
Limpiamos la grasa de los solomillos y los salpimentamos. Verter el aceite en una sartén*.
Poner en el aceite templado los solomillos junto con los ajos enteros y dorar la carne.
Mientras preparamos un majado con la mitad de los ajos que hemos puesto junto con el solomillo, un puñadito de perejil, unas 10-12 almendras, sal y azafrán en hebra.
Machacar hasta que quede hecho una pasta, y a este majado le añadimos el vaso de whisky.
Con mucho cuidado trasladamos los solomillos de la sartén a una cazuela antihaderente.
En el aceite que ha quedado de sofreír los solomillos, dejamos los ajos que quedaban y les agregamos las zanahorias y las cebollas.
Doramos un poco y cuando estén doradas, las agregamos al solomillo junto con el majado y dos vasos de agua (si los solomillos son más grandes les añadimos un poco más de agua).
Tapamos y ponemos a fuego medio durante unos 30 min. aprox hasta que la salsa se reduzca.