Receta de Potaje Carmelitano | Garbanzos con espinacas
La receta del potaje carmelitano, viene a ser un cocido típico de la gastronomía jiennense en época de cuaresma y pascua, pero a diferencia de los cocidos típicos de España, no lleva carne ni pescado.
Este potaje carmelitano de garbanzos con espinacas, lleva un ingrediente básico en los potajes ubedíes y baezanos; los picatostes (pan frito), que se ligan junto con las yemas del huevo en un majado que le da toda la gracia al guiso.
En casa, al cocido carmelitano, nosotros le hacemos el majado de picatostes con huevos fritos, hay quién en el majado añade las yemas de los huevos duros, pero os aseguro que cuando lo probéis con los huevos fritos ¡¡no lo haréis de otra forma!!. ¡Esto si que es cocina tradicional de cuaresma de la buena!
La verdad es que en casa, esta receta no se hace sólo en cuaresma, sino que mi madre y mi abuela los preparan durante todo el año, algo que mi hermana Mayte agradece muchísimo, ya que es su receta favorita del mundo (ironía a tope). Bueno, a los demás nos encantan y seguro que vosotros si habéis llegado hasta aquí es porque os gustarán bastante.
Al final de este post, os dejo con la receta del potaje carmelitano en vídeo, para que no os pedáis ningún detalle. Si es cierto que si queréis podéis añadir a este potaje de garbanzos más espinacas de las que os indico. Siempre se pueden modificar las recetas para adaptarlas a nuestro gusto.
Potaje Carmelitano (Garbanzos con espinacas)
Este potaje Carmelitano es una receta tradicional de Cuaresma y Semana Santa de Jaén
- 500 g garbanzos secos ((o ya cocidos))
- 250-300 g de espinacas frescas limpias ((puedes poner más cantidad si quieres))
- 2 huevos
- 1 huevo cocido para decorar
- 1 puerro
- 2 dientes de ajo
- 2 tomates rallados
- 1 cucharadita pimentón de la vera agridulce ((o dulce))
- 2-3 trozos de pan del día anterior
- aceite de oliva virgen extra
- sal
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La noche de antes ponemos los garbanzos en remojo, cubiertos de agua.
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Al día siguiente, nos disponemos a preparar el potaje carmelitano. En un olla express, con unas hojas de laurel, cocemos los garbanzos durante 10 min aprox. hasta que estén tiernos. Esto dependerá de cómo sea vuestra olla, y del tipo de garbanzos. Bueno, vosotros cocerlos hasta que estén tiernos, y si nos queremos ahorrar este paso, podemos usarlos de bote. Una vez cocidos, dejad el agua de la cocción cubriendo los garbanzos (será el caldo)
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En una sartén aparte, en aceite de oliva virgen extra freímos dos huevos, y los reservamos en un mortero. Y en el mismo aceite doramos dos ajos. (los añadimos al mortero) y tostamos dos trozos de pan (los añadimos también al mortero). Majamos todo junto hasta que quede como una pasta.
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Usando el mismo aceite de oliva virgen extra, doramos el puerro.
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Una vez dorado el puerro, añadimos las espinacas poco a poco sin dejar de remover.
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Añadimos el tomate rallado, removemos, e incorporamos el pimentón. Rehogamos todo el conjunto.
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A los garbanzos, ya tiernos (y cubiertos por agua), le añadimos el sofrito del puerro con espinacas.
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Y agregamos el majado del huevo frito. Añadimos sal al gusto.
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Rehogamos todo el conjunto unos 10 minutos para que se fundan los sabores. ¡¡Y listo!!
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Se puede decorar con huevo cocido
Podemos sustituir los huevos fritos del majado, por las yemas de huevos cocidos. El sabor es diferente, pero el resultado es el mimo ¡¡Exquisito!!.
En nuestro canal de Youtube, tienes la receta en vídeo para que no te pierdas ningún paso 🙂
Espero que os haya gustado esta receta, si queréis ver el paso a paso completo, pincha en el vídeo que te dejo abajo para no perderte ningún detalle. Y si os ha gustado ¡comparte en redes! GRACIAS por tu visita 🙂
Hola Conxy, encantada de saludarte! Quiero felicitarte por tu página «Gastroandalusí». Para mi, visitar tu página es recuperar un gran trocito de la ciencia y buen hacer de la cocina de mi madre, de las tradiciones y rituales gastronomicos de las festividades y épocas del año. Solo con leeralgunos de los títulos: Ochios, gazpacho, este potaje de garbanzos,…empiezo a llorar, porque enlaza directamente con la herencia más valiosa y entrañable que ella nos dejó, entre muchas de sus amplias capacidades y competencias, mi madre era y será siempre un faro de inspiración y de entusiasmo por las cosas buenas, ricas, bellas y bien hechas. Ella era de Jaén y mi educación culinaria es la de la de allá. También la de Cataluña, donde vino a vivir y a coser,(era una gran modista,) y donde nacimos sus tres hijas. Gracias infinitas por este regalo, por favor, no dejes esta afición y labor. Un abrazo.
Maite Segovia Riquelme
Hola Maite! Por comentarios como este tuyo sigo publicando cada vez que puedo, es una afición difícil de mantener por las largas horas de trabajo que tiene, pero siempre tengo la esperanza que las personas se emocionen, y eso me hace tan feliz como cocinar. Muchisimas gracias de todo corazón